Divertidos, únicos, sensibles y grandes amigos. Así se puede definir la boda de Cristina y Juan Carlos.
Ellos venían del frio, tuvieron que partir para trabajar, otro idioma, otro clima, otros amigos y lejos de la familia, Austria, los esperaba.
Entre montañas, valles y paisajes de cuento, disfrutaban cada día de su amor. Decidieron volver a la costa del sol, para festejar y cambiar el frío por el calor. La boda que fue una parada más en sus viajes, se celebró en el hotel Estival Torrequebrada de Benalmádena.
Los amigos de aquí y de allá poco a poco se fueron conociendo, hasta tal punto que ya no se hablaba de fronteras, solo se hablaba de amor. Ese día se dieron cuenta que el calor del sol los seguiría por siempre, allá donde fueran, allí donde estuviesen.
09/04/2019